Athens, Georgia, 1987. Un grupo de amigos publica el disco Document y en él incluye un tema que se convierte en mítico con el paso de los años, It’s the end of the world as we know it (And I feel fine).
Burjassot, Valencia, 2013. Le digo a mi jefe que la situación es insostenible y que me voy de la empresa. No es el fin del mundo pero es un cambio importante.
Diez años de esfuerzo, de trabajo hecho a golpe de ilusión, de escuchar a clientes enfadados irse contentos, de aprender más contabilidad que muchos contables. Diez años de escuchar milongas, de ver a un cuentacuentos dejarte a los pies de los caballos para parecer mejor.
Mucho tiempo para resumir en unas lineas. Tiempo para conocer clientes de media España, para tratar con gente encantadora y con otra no tanto. Tiempo para aprender junto a unos compañeros increíbles y también para estar solo con mi jefe y apreciar en todo su significado la palabra incompetente.
Tiempo de promesas rotas, de mentiras eternas y desde hace demasiado de impagos y retrasos.
Y después de todo ese tiempo ahora toca organizar mi tiempo, estudiar un poquito, actualizar conocimientos aparcados y sobre todo disfrutar de mis pequeñas y mi pequeño que son lo único que merece la pena de todo este sacrificio y desgaste que es trabajar.
Querido jefe, ahí te quedas. Que te vaya bonito y yo que lo vea pero de lejos. El 30 de junio se acaba esto y empieza algo mejor, no tengo ninguna duda.