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It’s the end of…

25 Jun

Fuck off

Athens, Georgia, 1987. Un grupo de amigos publica el disco Document y en él incluye un tema que se convierte en mítico con el paso de los años, It’s the end of the world as we know it (And I feel fine).

Burjassot, Valencia, 2013. Le digo a mi jefe que la situación es insostenible y que me voy de la empresa. No es el fin del mundo pero es un cambio importante.

Diez años de esfuerzo, de trabajo hecho a golpe de ilusión, de escuchar a clientes enfadados irse contentos, de aprender más contabilidad que muchos contables. Diez años de escuchar milongas, de ver a un cuentacuentos dejarte a los pies de los caballos para parecer mejor.

Mucho tiempo para resumir en unas lineas. Tiempo para conocer clientes de media España, para tratar con gente encantadora y con otra no tanto. Tiempo para aprender junto a unos compañeros increíbles y también para estar solo con mi jefe y apreciar en todo su significado la palabra incompetente.

Tiempo de promesas rotas, de mentiras eternas y desde hace demasiado de impagos y retrasos.

Y después de todo ese tiempo ahora toca organizar mi tiempo, estudiar un poquito, actualizar conocimientos aparcados y sobre todo disfrutar de mis pequeñas y mi pequeño que son lo único que merece la pena de todo este sacrificio y desgaste que es trabajar.

Querido jefe, ahí te quedas. Que te vaya bonito y yo que lo vea pero de lejos. El 30 de junio se acaba esto y empieza algo mejor, no tengo ninguna duda.

No pudo ser.

28 Jun

Y después de una semana de parón obligado por retirada del rival, nos plantábamos en casa a despedir la temporada. Un partido que se preveía intenso porque, sin jugarnos nada ninguno de los dos equipos, ellos no querían descolgarse de los puestos de arriba y nosotros peleábamos por «liderar» el grupo de abajo. Intenso también por la emotividad de las despedidas, en una temporada en la que se había conseguido conjuntar un bloque muy fuerte con un montón de retales y en la que yo he retomado sensaciones olvidadas a ambos lados de la línea de banda.

Un buen calentamiento nos preparaba para un partido que se preveía duro y el primer contratiempo vino en forma de retraso de la anotadora. Un cuarto de hora más para ir cociéndonos en el horno en el que se iba convirtiendo el pabellón y para perder un poco la intensidad con la que estábamos.

Salto inicial y pese a la bajada de intensidad por el retraso, nos ponemos por delante con un buen juego y lo mantenemos durante todo el primer cuarto. Objetivo cumplido, no salir dormidos como hicimos en el partido de ida.

Un minuto para recuperar el aliento y recomponer las ideas y a por el segundo. En los segundos diez minutos se perdió frescura en el ataque y su presión empezaba a hacer mella y a provocar demasiadas precipitaciones por nuestra parte. El daño no fue grande pero empezaba a preocupar que no pudiéramos abrir brecha en el marcador. Aprovechando el parón me acerqué a comentar con la colegiada lo que me parecía un arbitraje injusto e intentar hacerle ver que pitar dos faltas a un equipo que presiona a toda la pista y 8 a uno que defiende en zona no es muy normal.

El descanso nos vino bien para recuperar energía pero había miedo a salir descentrados, afortunadamente no fue así pero su juego nos seguía haciendo daño y haber perdido al base titular en el minuto 2 nos hacía daño en la rotación. Al acabar el tercer cuarto el tanteo ya era favorable a ellos y los nervios empezaban a aflorar. Seguíamos acumulando faltas mientras al rival prácticamente no le señalaban ninguna.

El cuarto cuarto fue el desastre total, una sucesión de errores por parte de todos que acabaron con un jugador descalificado, otro con una técnica y los dos banquillos increpándose de una punta a otra del pabellón. Bien es cierto que dos jugadores del equipo rival se dedicaron gran parte del partido al innoble arte del trash talk, pero no hay que quitarse méritos porque caer en algo tan tonto y tan burdo es ridículo y más en un grupo de veteranos.

Al final, descalabro para acabar la temporada y una duodécima posición que no es justa del todo con el juego desplegado pero que se ajusta bastante. Doce victorias que han sabido a miel y treinta y una derrotas que han dolido de diferente manera según se producían y contra quien. Y justo antes, a falta de doce segundos, cambio y al banquillo para recibir una pequeña ovación de los compañeros y para sentir una presión en la garganta que se había ido agrandando según se descontaban los minutos para acabar.

Y en el vestuario, unas palabras de despedida con sabor a lágrima y un polo con el escudo del equipo y la firma de todos los miembros del equipo para no olvidar una temporada que ha quitado años a mi cabez y ha sumado a mis rodillas alguno más.

Fin, se acabó. La aventura con Pancers Basket tocaba a su fin y se cerraba una página más en el libro de la vida. Se acabaron los gritos, los rebotes, los tiros, los robos, los golpes, los empujones y todo lo que se vive en un partido de competición. El domingo se acabó el competir aunque siempre quedará el seguir yendo a tirar a mediodía.

Gracias

22 Jun

Gracias a Jose Luis #8 por tener una idea loca el verano pasado y pensar que se podía llevar adelante, por ser capaz de no dejarse vencer por los malos momentos iniciales y continuar con la misma ilusión durante la temporada. Gracias por acordarte de mí.

Gracias Germán #9 por ser cofundador y ser el primer fichaje de este proyecto y por ser el director de orquesta en los momentos difíciles.

Gracias Manolo #11 por subirte al carro conmigo y por aguantar todo lo que has podido.

Gracias Sergio #7 por el esfuerzo y por las ganas que has puesto siempre que has venido.

Gracias Alf #12 por seguir siendo el mismo que el primer día en que nos conocimos.

Gracias Edu #15 por las ganas de aprender, por la intensidad, por el buen rollo que has destilado.

Gracias Ricky #14 porque me has vuelto a enseñar que esto del basket es cosa de actitud y a ti te sobra.

Gracias Santi #4 por esos madrugones de domingo, por esas sesiones de tiro tostados al sol y por querer seguir mejorando.

Gracias Iván #32 por implicarte desde el primer segundo y por intentar que todo haya sido mucho más fácil.

Gracias Jorge #6 por intentarlo.

Gracias David #00 por estar cuando has estado.

Gracias Isma #35 por llegar el último, no conocer a nadie y ser uno más a los cuatro ratos.

Gracias Raúl #6 por renovarnos la ilusión cuando andábamos perdidos.

Gracias a todos por haber formado este grupo con el que hemos pasado un gran año, por compartir tantos momentos, euforias, bajones, palmadas, bloqueos, sudores, golpes… por compartir tanto baloncesto y por hacerlo siempre con una buena cara.

Gracias por no bajar los brazos ni con el peor resultado en contra, gracias por levantaros después de cada derrota y gracias por los abrazos después de cada victoria.

Gracias por haber hecho de un nombre una filosofía, por convertir el pancer en una seña de identidad y de entender este deporte.

Este fin de semana hay que despedirse a lo grande, intentándolo todo contra un rival que nos supera por mucho en la clasificación. Será estupendo si lo logramos y si no… siempre nos quedará el saber que lo hemos intentado.

Go Pancers!!